Se trata del también presidente del club Peñarol de ese país, Juan Pedro Damiani, quien apareció entre los presuntos clientes de la firma Mossack Fonseca en Panamá.
Siendo miembro precisamente de un comité tan sensible a este tipo de temas, Damiani decidió apartarse mientras se desarrolla la investigación para evitar mancillar el nombre de la institución y particularmente la comisión a la que pertenecía, de acuerdo con Ovación de Uruguay.
Ese medio detalla que en los documentos filtrados figura su participación en sociedades ‘offshore’ investigadas por fraude y lavado de dinero, propiedad del también investigado exvicepresidente de la FIFA Eugenio Figueredo.
Además, el dirigente está bajo investigación por haber servido como intermediario para Hugo y Mariano Jinkis, quienes habrían pagado sobornos para obtener contratos de transmisiones televisivas de la Conmebol.
Uno de esos contratos incluso tiene en problemas al propio recién electo presidente del organismo, el suizo-italiano Gianni Infantino, quien firmó el documento cuando hacía parte de la UEFA, de acuerdo con BBC Mundo.
Ese medio señala que los Jinkis habrían pagado millones de dólares en sobornos con el fin se seguir obteniendo los contratos. Aunque no hay evidencia de que el ahora presidente de la FIFA recibiera alguna prebenda por estampar su firma en el contrato que llevó las transmisiones de la Champions League a Ecuador entre 2006 y 2009, los documentos están aun bajo investigación.
La compra de los derechos habría sido efectuada por una compañía con sede en la Isla de Niue, del Pacífico. Según la UEFA, la operación se habría efectuado porque la oferta era la mayor en un proceso de libre competencia, de acuerdo con la BBC.